Historia y origen del toldo
El toldo, nació de la necesidad del ser humano de protegerse del sol en lugares donde por razones naturales no era posible encontrar la sombra.
Fue en los tiempos de la Antigua Roma donde, al parecer, la población encuentra la
manera de hacer frente al sol.
Para ello nos tenemos que transladar hasta el colisemo
Romano, anfiteatro de la época construido en el siglo I, originalmente denominado Amphitheatrum Flavium, en honor a la dinastía de
emperadores que lo construyó. Sobre el graderío del mismo, extendían unas lonas plegables denamonidas “Velarium”. Este techo de toldos se extendían y recogían mediante cuerdas y poleas, mediante la colocación de más de 250 mástiles de madera como sujeción de la estructura.
La recogida y pliegue de éstos era realizada por los marinos de la flota imperial romana, y su mantenimiento llevado por más de 100 hombres.
En la década de 1880, aparecen los toldos que hoy en día conocemos por medio de una empresa francesa, llegando a España en el primer cuarto del siglo XX.
En aquellos años todos la confección era totalmente artesanal, con sistemas de costuras provenientes de las fábricas de redes de pesca.
A lo largo del tiempo las técnicas y los materiales se han ido perfeccionando de manera notable, tanto como que hoy en día ya no es necesario ni el uso del hilo en la confección de un toldo, debido a técnicas como la del termosellado.